Las agujetas surgen por una falta de adaptación al ejercicio, el músculo no esta acostumbrado a trabajar y el tejido muscular y conectivo sufre alteraciones estructurales. El organismo solo necesita unos días para reparar y limpiar el tejido muscular, por esta razón suelen desaparecer en pocos días.
Si repetimos el entrenamiento, el organismo se adapta y suelen aparecer agujetas de menos cada vez de menos intensidad.
Es casi imposible evitar que las agujetas aparezcan en mayor o menor grado, pero si tenemos agujetas es signo de que el entrenamiento ha sido eficaz.
Lo que si ten en cuenta que el dolor comienza a aparecer a las 48 horas, si vez que pasan esas horas y no tienes agujetas podrás seguir perfectamente aumentando tu ejercicio.
Evítalas…Saltando!
Las conclusiones de un estudio hecho en una universidad Estadounidense son que la mejor manera para evitar las agujetas era haciendo ejercicio cardiovascular de intensidad moderada, como saltar a la comba, trotar o pedalear, antes de empezar con los ejercicios mas duros y entre ellos. Así también consigues aumentar el consumo calórico de la sesión, interesante para lo que tienen grasitas de más.
